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Historia de Sevilla

LA ANTIGUA HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LA CABEZA DE SEVILLA

NOTICIAS SOBRE LA ANTIGUA HERMANDAD DE

NUESTRA SEÑORA DE LA CABEZA DE SEVILLA

 

 

Por Esteban Mira Caballos

(Publicado originalmente en el Boletín del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla)

 

1.-INTRODUCCIÓN

En este pequeño trabajo aportaremos algunos datos en torno a esta cofradía sevillana, intitulada históricamente de "Nuestra Señora de la Cabeza"1. Fue fundada como hermandad de Gloria en el tercer tercio del siglo XVI en el histórico convento Casa Grande de Nuestra Señora del Carmen de frailes Carmelitas.

Sin embargo, con el transcurso del tiempo se va a ir fusionando con otras corporaciones, siendo probablemente en el propio siglo XVI cuando se unió con la hermandad penitencial de San Juan Evangelista, al parecer integrada por miembros del gremio de impresores2. En algún momento que por ahora se desconoce del siglo XVII se debió anexar asimismo con la hermandad de los Sagrados Clavos, Siete Palabras y Nuestra Señora de los Remedios3. Esta hermandad se conoce hoy más popularmente como de "las Siete Palabras", haciendo su estación de penitencia en la actualidad el Miércoles Santo.

Entre la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del XIX sufrió ciertos problemas de continuidad como la mayoría de las corporaciones sevillanas, sin que, a juzgar de los grandes especialistas en la materia, se pueda hablar de extinción. De hecho los documentos que presentamos de la primera mitad del XVIII vuelven a confirmar la vitalidad de esta corporación en esos años.

Para finalizar con este repaso introductorio diremos que la antigua Virgen de la Cabeza está atribuida a los escultores Roque Balduque y Juan Giralte4, encontrándose en estos momentos en proceso de restauración5.

 

2.-SU VINCULACIÓN CON EL GREMIO DE PLATEROS

Uno de los aspectos más controvertidos que queremos tratar es la vinculación de este instituto al gremio de plateros. Este hecho es indudable al menos en lo que respecta a principios del siglo XVIII, momento en el que todos los mayordomos y priostes que aparecen citados en las cartas de protocolos que tenemos localizadas ejercían el oficio de plateros. Así, por ejemplo, se menciona a Faustino Gavira, platero sevillano que, a principios del siglo XVIII, era mayordomo de la cofradía, mientras que el también artesano del argento Gregorio José Caro ejercía el cargo de hermano mayor de la corporación6. Varios años después, y concretamente en 1705, aparecía Faustino Gavira simplemente como hermano mientras que el mencionado Gregorio José Caro ostentaba en esta ocasión el cargo de mayordomo mayor7. Asimismo el 21 de mayo de 1707 el platero Francisco del Puerto, mayordomo de la corporación, firmó la última carta de pago al entallador que hizo el paso del Santísimo Cristo titular8. Y nuevamente en 1711 el platero Juan Jiménez se comprometió a entregar unos 76 pesos, dos coronas pequeñas para la Virgen y el Niño y tres potencias a la cofradía por las alhajas que se apropió indebidamente cuando fue mayordomo de ella entre 1704 y 17059. Pero es más, el receptor de dicha cantidad fue el platero Adrián de Fresneda que decía ser "hermano y padre de ánimas de dicha cofradía y hermandad"10. Creemos que los datos presentados pueden servir para plantear al menos como hipótesis la vinculación de los plateros de Sevilla a esta corporación.

Sin embargo es bien sabido que fue la hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración, actualmente llamada -por su ubicación- "El Museo", la que fundó el gremio de plateros en 157511, procesionando estos dentro de sus filas al menos durante todo el siglo XVI12. Desconocemos más circunstancias al respecto, si hubo una ruptura en el siglo XVII o si voluntariamente una parte de los plateros sevillanos se fue adscribiendo a la hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza. Lo que si es probable es que, al igual que ocurría con otras hermandades, ésta estuviese abierta a otros individuos de otros oficios similares13. Concretamente sabemos que el 26 de julio de 1699 cinco oficiales de la corporación firmaron un contrato con un entallador sevillano, figurando entre ellos además del platero Fernando Alonso Caballero, tres moledores de tabacos y un fiscal14.

 

3.-CONTRATACIONES DE OBRAS DE ARTE

Finalmente vamos a comentar la actividad artística que promovió la corporación entre finales del siglo XVII y principios del XVIII. Concretamente va a encargar a distintos entalladores los pasos de San Juan Evangelista y del Santísimo Cristo así como las parihuelas de la imagen de Nuestra Señora de la Cabeza. Efectivamente el 26 de julio de 1699 se contrataron los servicios del entallador sevillano Diego de la Rosa para realizar la urna de San Juan Evangelista, las parihuelas y efigie de la Virgen de La Concepción así como "un águila y un dragón"15.

Unos años después, y concretamente en un cabildo celebrado el 22 de abril de 1705, el instituto dio poder a Faustino Gavira y a Gregorio José Caro para que en su nombre firmasen un contrato con un escultor hábil que hiciese el paso del Santísimo Cristo titular16. Y efectivamente al día siguiente se concertaron con el escultor sevillano Pedro Ruiz Paniagua para que labrase dicho paso por una cuantía total de 675 reales de vellón17. En esta ocasión la hermandad eligió a un entallador que, si bien no era una figura de primerísima línea, sí que gozaba de un cierto prestigio en la capital hispalense18. Desconocemos las causas por la que su finalización se demoró hasta mayo de 1707 en que el escultor recibió la última carta de pago19.

Finalmente mencionar de nuevo las dos pequeñas "coronitas imperiales" que el platero Juan Jiménez labró y donó -en compensación por una apropiación indebida- para la Virgen titular y el Niño, así como tres potencias para éste20. La Corona de la Virgen era de plata sobredorada y decorada con 8 perlas, mientras que la del Niño era de latón plateado con 38 esmeraldas21.

Y hasta aquí llega todo lo que de momento podemos contribuir al conocimiento de esta antigua hermandad sobre la que esperamos seguir aportando nuevos datos en trabajos sucesivos.

 

APÉNDICE DOCUMENTAL

 

Obligación entre Juan Jiménez, platero, con la cofradía de Nuestra Señora de la cabeza. Sevilla, 25-V-1711

 

"Sépase como yo Juan Jiménez, maestro platero, vecino de esta ciudad de Sevilla en la collación de Santa María la Mayor, otorgo que debo y me obligo de pagar a la Cofradía y Hermandad de Nuestra Señora del Carmen, Casa Grande de esta dicha ciudad y a Adrián de Fresneda asimismo, maestro platero, vecino de ella, hermano y padre de ánimas de dicha cofradía y hermandad o a quien por ella lo hubiere de haber, setenta y seis pesos escudos de a diez reales de plata cada uno y cinco reales de plata antigua que son por otros tantos que valían, según pesos y hechuras, diferentes alhajas de plata que entraron en mi poder como mayordomo que fui de dicha cofradía y hermandad en los años de mil setecientos y cuatro y setecientos y cinco las cuales consumí en mi propia validez y provecho, por cuya razón y en caso necesario de dichas alhajas y su valor incluidas sus hechuras me doy por entregado y satisfecho a mi voluntad y renuncio sobre ello las leyes del entrego y prueba del recibo y demás del caso como en ellas se contiene los cuales dichos setenta y seis pesos escudos y cinco reales, por la razón referida prometo y me obligo de que se los pagaré a dicha cofradía y hermandad y al referido padre de ánimas de ella o a quien poder de dicha cofradía hubiere, en esta ciudad, llanamente y sin ningún pleito en dicha moneda de pesos escudos y no en otra alguna, por semanas a dos pesos escudos en cada una que la primera fue el sábado veintitrés que pasó de este presente mes de mayo y año de mil setecientos y once, y así ende ser sucesivas las demás pagas hasta ser cumplida dicha cantidad, una siguiente a otra con las costas de la cobranza porque a cada plazo y paga cumplido que sea consiento se me pueda ejecutar, en virtud de esta escritura y el juramento del dicho Adrián de Fresneda o de quien poder de dicha Cofradía y Hermandad hubiere sin otra prueba ni recaudo aunque de derecho se requiera... Y también me obligo de hacer y entregar por mi cuenta y costa a dicha cofradía y hermandad o a quien su poder tuviere dos coronitas pequeñas imperiales la una para Nuestra Señora de la Cabeza la cual a de ser de plata sobredorada que tenga el mismo tamaño y peso que la que yo consumí y gasté, y además de dicha plata que ha de pesar, ha de tener y yo le he de poner a dicha mi costa ocho perlas gruesas de diferentes tamaños, y la otra corona ha de ser para el Niño que tiene dicha Señora, la cual ha de ser de latón plateado, y con treinta y ocho esmeraldas de valor cada una de dos reales de platas, con sus guarniciones de oro, y también ha de tener tres potencias, cuyas dos coronitas ha de ser a satisfacción de dicha cofradía y hermandad a quien he de hacer su entrego durante el tiempo en que hiciere yo la dicha cantidad... (deteriorado) el último plazo en que lo hiciere y a que así lo haga y cumpla consiento se me pueda apremiar o ejecutar por su valor... Hecha la carta en Sevilla en veinticinco de mayo de mil setecientos y once años y el otorgante que yo el escribano público doy fe conozco lo firmó en este registro..."

( A.P.S., OF.12, Libro 1º de 1711, fol. 82 ).

1    Ante todo queremos agradecer las valiosas sugerencias proporcionadas por Rafael Jiménez Sampedro, Secretario Primero de la Archicofradía de las Siete Palabras y gran estudioso del mundo cofradiero sevillano. Asimismo nuestra gratitud a nuestro amigo Isidro González Suárez por su mediación.

2    CARRERO RODRIGUEZ, Juan: Anales de las cofradías de Sevilla. Sevilla, 1991, p. 578.

3    IBIDEM, p. 238.

4    En la iglesia de San Vicente está esta imagen de Nuestra Señora de la Cabeza que procede del convento del carmen y que en la Guía artística de Sevilla y su provincia se atribuye a los mencionados escultores. MORALES, Alfredo J. y Otros: Guía artística de Sevilla y su provincia. Sevilla, Excma. Diputación Provincial, 1989, p. 164.

5    Información proporcionada por Rafael Jiménez Sampedro.

6    Archivo de Protocolos de Sevilla (en adelante A.P.S.), of. 15, Libro primero de 1701, fol. 1. También en SANZ, María Jesús y María Teresa DABRIO: "Documentos de artistas sevillanos del siglo XVIII", Archivo Hispalense, Nº 171-173. Sevilla, 1973, pp. 356-357.

7    SANCHO CORBACHO, Heliodoro: Arquitectura sevillana del siglo XVIII. Sevilla, T. VII de Documentos para la Historia del Arte en Andalucía, 1934, p. 31.

8    CARO QUESADA, Mª Salud: Noticias de escultura (1700-1720). Sevilla, Ediciones Guadalquivir, 1992, pp. 185-186.

9    Véase el apéndice documental.

10    IBIDEM.

11    Véase por ejemplo PALOMERO PARAMO, Jesús Miguel: La imaginería procesional sevillana: misterios, nazarenos y pasos. Sevilla, Biblioteca de Temas sevillanos, 1981, p. 151 y GUTIERREZ, Federico C.M.F.: Semana Santa en Sevilla. Madrid, 1990 (7ª ed.), p. 83. CARRERO RODRIGUEZ: Ob. Cit., p. 153.

12    MORALES PADRON, Francisco: La ciudad del Quinientos. Sevilla, Universidad de Sevilla, 1977, p. 269.

13    Ya Blanca Morel Peguero, en un magnífico estudio, demostró que existían en Sevilla numerosas hermandades gremiales que estaban abiertas a personas ajenas al oficio que, bien, vivían en el entorno del templo donde estuviese radicada la corporación, o bien, disfrutaban de un status social similar. MOREL PEGUERO, Blanca: Mercaderes y artesanos en la Sevilla del Descubrimiento. Sevilla, Excma. Diputación Provincial, 1986, p. 176.

14    Véase RODA PEÑA, José: "Documentos inéditos sobre pasos procesionales sevillanos del siglo XVII", Boletín de las Cofradías de Sevilla, Nº 461. Sevilla, 1997, p. 57.

15    IBIDEM, p. 57. El 3 de enero de 1701 el ensamblador otorgó una carta de pago ante escribano público.

16    Cabildo de la cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza, Sevilla, 22 de abril de 1705. A.P.S. Oficio 21, libro 1º de 1705, fol. 485.

17    SANCHO CORBACHO: Ob. Cit., p. 31.

18    De él sabemos que había nacido en Córdoba en 1633 y que contrató obras como el retablo mayor del convento de clarisas de Estepa o un Sagrario para la iglesia del colegio de las Becas de Sevilla. CARO QUESADA: Ob. Cit., pp. 182-192.

19    IBIDEM.

20    Véase el apéndice documental.

21    IBIDEM.

 

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